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¿Qué significa la agenda “Hacer América Saludable de Nuevo” de RFK Jr. para la industria farmacéutica?

Shane Walker, Tim Farnham

La campaña presidencial de Robert F. Kennedy Jr., con el lema “Hacer América Saludable de Nuevo”, tiene profundas implicaciones para la industria farmacéutica. Centrada en temas como la salud pública, la prevención y la reforma regulatoria, esta campaña cuestiona el statu quo de un sector conocido por su innovación, controversias sobre los precios y su papel central en los sistemas de salud.

La visión de Kennedy, que promueve una América más saludable a través de cambios estructurales, señala un posible cambio en la forma en que se desarrollan, comercializan y perciben los medicamentos. Esto es lo que sus políticas podrían significar para la industria.

Prevención y sus efectos en cascada

En el corazón del mensaje de Kennedy está un renovado énfasis en la atención preventiva, que describe como una transición del tratamiento de enfermedades a su prevención. Para una industria históricamente basada en modelos enfocados en el tratamiento, esto podría redefinir las prioridades en investigación y desarrollo.

Ejemplos concretos ilustran esta transición: las inversiones en vacunas contra enfermedades como el VPH y el herpes zóster ya han demostrado cómo la prevención puede reducir los costos de atención médica a largo plazo. Además, el auge de las tecnologías portátiles de salud, como rastreadores de actividad o monitores continuos de glucosa, destaca un mercado en rápido crecimiento para herramientas que permiten una gestión proactiva de la salud. La industria farmacéutica podría verse impulsada a expandir sus actividades más allá del tratamiento de enfermedades crónicas y agudas hacia áreas como vacunas preventivas, medicamentos orientados al estilo de vida y herramientas de diagnóstico. Las inversiones en plataformas de salud digital y tecnologías portátiles también podrían aumentar en respuesta a una mayor demanda de soluciones proactivas.

Sin embargo, el paso a la prevención presenta desafíos, incluidos los cambios de comportamiento necesarios para reducir enfermedades relacionadas con el estilo de vida. El desarrollo de productos preventivos a menudo requiere costos iniciales elevados con impactos medibles a largo plazo. No obstante, esta transición ofrece a las empresas la oportunidad de diversificar sus carteras y satisfacer una creciente demanda de soluciones de salud holísticas.